jueves, 18 de diciembre de 2014

Pectus excavatum


Es una malformación en la cual el esternón y la parte central de los cartílagos costales se encuentran hundidos. Ello se debe a un crecimiento excesivo de estos cartílagos durante el desarrollo de la caja torácica.

Con el paso de los años, le hendidura se hace más prominente pudiendo llegar a ser grave si oprime el corazón o los pulmones.
Estos niños, junto con el pectus excavatum, presentan también otras anomalías como escoliosis o prolapso de la válvula mitral.
Siempre deberá contactar con el médico si el niño presenta dificultad respiratoria, intolerancia al ejercicio, dolor torácico o, simplemente, si presenta depresión debido a su estado.

Causas


Tratamiento quirúrgico

Está recomendado para aquellos pacientes que presenten dolor, molestias o si la gravedad de la malformación ha perjudicado a los pulmones o el corazón. También se puede realizar la intervención por cuestiones estéticas.

La intervención más innovadora y menos invasiva es la técnica de Nuss. Con ella no es necesario realizar grandes incisiones ni se fractura el esternón.
La técnica consiste en colocar una serie implantes metálicos por detrás del esternón mediante dos pequeñas incisiones. Estos implantes tienen forma de C, por lo que al darles la vuelta poco a poco empujan el esternón hacia su posición correcta.
Estos implantes se dejan colocados entre 2 y 3 años, y se retiran en otra intervención.

La otra técnica, actualmente menos empleada, es la técnica Ravitch. Mediante este procedimiento se practicaba una gran incisión en el pecho y se desmontaban los músculos pectorales fracturando también el esternón. Posteriormente se colocaba un implante en la parte posterior del esternón  y se fijaba a las costillas. 
Debido a su gran invasividad es una técnica que sólo se emplea en pacientes adultos con defectos graves.


Tratamiento no quirúrgico

Actualmente, existen otras formas de tratar el tórax hundido sin tener que recurrir a la cirugía. Entre estos tratamientos tenemos la remodelación torácica por vacío. Para ello se emplea un sistema de ventosas que se colocan en la zona del esternón y se succiona poco a poco forzando al esternón a situarse en su posición correcta.
Otros tratamientos son la práctica de la natación, ejercicio físico como los abdominales, colocación de hombreras y remodelación postural.

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