miércoles, 3 de diciembre de 2014

Hernias (Hernia discal)

¿Qué es la hernia discal?


La hernia discal se origina en la columna vertebral a causa del desplazamiento de un disco vertebral. 

La columna vertebral se divide en cinco zonas distintas; cervical, dorsal o torácica, lumbar, sacra y coxis. La zona más común donde suelen originarse este tipo de hernias es en la lumbar.















Los discos vertebrales se encuentran entre las vertebras y su función es de amortiguadores cuando realizamos movimientos. A medida que envejecemos, estos van perdiendo elasticidad y fuerza para aguantar las presiones y por lo tanto aparecen problemas como la hernia discal. El desplazamiento de un disco vertebral provoca que este ocupe un sitio que no le corresponde dando lugar, en algunos casos, a la presión sobre la médula espinal o sobre algún nervio de esa zona causando dolor. En otros casos el desplazamiento del disco no es tan grande y no llega a afectar a la médula dando lugar a que la persona ni se dé de cuenta de que tiene una hernia discal, de tal forma que no da lugar a síntomas denominándose hernia discal asintomática.

Los síntomas que aparecen cuando usted tiene una hernia discal puede leerlos en el siguiente enlace: http://www.tuespaldasana.com/dolencia/hernia-discal/tema/sintomas-de-la-hernia-discal

¿Qué tratamiendo se aplica ante una hernia discal?

En el caso de la hernia discal, la primera opción de tratamiento no es la cirugía, sino que un tratamiento conservador. Esta opción se lleva a cabo salvo cuando hay riesgo de que un nervio pueda llegar a quedar paralizado.

El tratamiento conservador consiste en los siguiente:
  • Educación de las posturas que debe realizar y de la actividad que puede hacer para reducir los síntomas.
  • Antiinflamatorios indicados por su médico.
  • Relajantes musculares. (Opcionales. No por más de 15 días).
  • Analgésicos (Opcionales).
  • Reposo en cama.
  • Fisioterapia, calor-frío y otros tratamientos.
Con el tratamiento conservador mejoran entre el 50 y 90% de los pacientes.

Si este tratamiento fracasa, hay una lesión que produzca la pérdida de fuerza, algo que lesione a la médula o a un nervio o comience a aparecer alguna alteración en el funcionamiento de algunos elementos de su cuerpo, ya se requiere el tratamiento de cirugía.

La operación quirúrgica que se le realizaría recibe el nombre de "disectomía" ya que consiste en extraerle el disco vertebral que está provocando la hernia discal.

Esta cirugía puede realizarse de distintas formas:
  1. A través de una microdisectomía: para ello, necesitarán anestesia general por lo que permanecerá dormido durante toda la operación. El cirujano le realizará un corte en la espalda. Apartará los músculos para así trabajar en la columna vertebral. Se utilizará un microscopio especial para así ver el disco o discos que estén provocando la lesión y también localizará los nervios que están afectados. Una vez localizados los nervios los aparta y extirpa las partes del disco que están lesionadas. Después colocará de nuevo los músculos de la espalda y cerrará la herida quirúrgica. Esta operación tiene una duración de entre 1 y 2 horas.
  2. A través de una disectomía: se utilizará anestesia general por lo que usted estará dormido durante toda la operación. Tiene el mismo comienzo que la anterior técnica, sin embargo, en este caso, hace un agujero en el disco o discos vertebrales que están provocando la lesión y extrae material que está en su interior. En ocasiones también saca fragmentos del disco si están afectados.
En este caso la recuperación no es tan rápida como en las anteriores hernias. Debe proteger al máximo la zona en donde se le realiza la cirugía y por lo tanto no coger pesos ni hacer nada que provoque un esfuerzo sobre esa zona. Si está interesado en que la curación sea más rápida puede ir a rehabilitación combinando con el deporte o ejercicios de fisioterapia, piscina... El objetivo es reforzar la musculatura de la espalda que está cerca de la zona de la columna vertebral en la que se le practicó la cirugía.


¿Qué riesgos existen?

  • Sangrado.
  • Infección.
  • Lesión de un nervio.
  • Alteraciones de esfínteres o una fuga de líquido cefaloraquideo.

Podéis ver las entradas anteriores sobre hernias en los siguientes enlaces:






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