martes, 2 de diciembre de 2014

Amigdalectomía o tonsilectomía

¿Qué son las amígdalas?

Las amígdalas son órganos del sistema linfático de forma ovoide situado a ambos lados de la garganta.
Las amígdalas reciben varios nombres. Entre ellos se encuentran: amígdalas palatinas, tonsilas o anginas.



Función de las amígdalas

La principal función de las amígdalas palatinas es inmunitaria, es decir, protegen al sistema respiratorio y digestivo contra la invasión bacteriana. Además tienen la función de ayudar contra las infecciones. 
La amigdalitis es, por lo tanto, la infección de las amígdalas por la acumulación de estas bacterias.
Estas funciones son más activas entre los 4 y los 10 años, a partir de entonces sufren un proceso de involución tanto en tamaño como en función.

Síntomas de amigdalitis

Las amígdalas suelen ponerse rojas e inflamadas o pueden cubrirse de placas de pus cuando se infectan. Otros síntomas que aparecen son: dolor de garganta, dolor y molestia al tragar, fiebre, voz ronca y ganglios linfáticos del cuello inflamados.

¿Cuándo es necesaria la amigdalectomía? 

La amigdalectomía es la extirpación de las amígdalas palatinas.
Esta se realiza cuando se tienen infecciones recurrentes aunque se haya intentado el tratamiento con fármacos. Cuando las amígdalas son tan grandes que su tamaño impiden la correcta deglución y respiración (pueden causar apnea durante el sueño). Cuando, con anterioridad, se ha sufrido un absceso periamigdalar. Cuando la amigdalitis viene acompañada de convulsiones asociadas a la fiebre. También se extirpan cuando se sospecha de tumores originados por el crecimiento asimétrico de las amígdalas.

Amigdalectomía

Simultáneamente junto con las amígdalas se suelen extirpar las amígdalas faríngeas, lo que llamamos adenoidectomía, de la cual hablaremos mañana. 
Se realiza siempre bajo anestesia general y colocando un tubo a través de la boca para una correcta ventilación.
Se coloca un abrebocas para extirpar las amígdalas con comodidad.
Se extirpan las amígdalas bien por disección tradicional con bisturí, mediante cauterización, radiofrecuencia, bisturí armónico, etc.



Posteriormente se cauterizan los vasos sanguíneos para evitar el sangrado.
Normalmente se retira primero la amígdala izquierda y luego la derecha.

Riesgos

Los asociados a la aplicación de la anestesia. Además se puede presentar infección o sangrado (el problema más común es este tipo de cirugía).
Otros problemas asociados a este procedimiento son: el daño de la úvula o campanilla, la estenosis nasofaríngea o el edema pulmonar.

Postoperatorio

La estancia hospitalaria durará lo que el paciente tarde en despertarse tras la cirugía, debido a la anestesia.
Tras la operación aparecen placas blancas que no son causadas por ninguna infección, sino que son un indicativo de buena cicatrización.
Se deben evitar los ejercicios bucales que puedan desprender estas costras blancas.
Modificar la dieta. Durante los primeros días la dieta será líquida (para favorecer la deglución)  y fría (para evitar o disminuir el dolor). Los siguientes días la dieta ya podrá ser tibia y el séptimo día se retomará la diera habitual.
Se deberán evitar los medicamentos que alteren la coagulación, como la aspirina.
Se podrán presentar: dolor, fiebre, dolor de oídos y pérdida de la fuerza de la musculatura palatina (la comida podrá salir por la nariz). Esto se puede producir durante los 2 o 3 primeros días.

Desmintiendo mitos sobre la amigdalectomía...

  1. Retirar las amígdalas no causa esterilidad en lo hombres, al contrario de lo que se cree.
  2. Los niños pequeños sí pueden ser operados.
  3. La cirugía no cambia la voz.
  4. Aunque los niveles de anticuerpos en sangre disminuyen, la amigdalectomía no causa problemas inmunitarios.
  5. Los postoperatorios no son tan dolorosos como se cree.

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